Constitución: una sola justicia, no varias
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a Convención Constitucional ha ido avanzando en la tramitación de los artículos emanados de las distintas comisiones, muchos de los cuales ya han sido aprobados por los 2/3 del pleno y, por lo tanto, en camino a ser parte de la propuesta constitucional que será plebiscitada al final del proceso. El trabajo de algunas comisiones ha sido particularmente polémico -como la de Medio Ambiente, que debería recibir de vuelta la mayoría de sus artículos-, y en otros lo aprobado merece reparos y causa honda preocupación, como en materia de forma del Estado y sistema de Justicia, por ejemplo.
Este último ámbito resulta especialmente preocupante, porque algunos de los artículos aprobados ponen en riesgo, o incluso derechamente debilitan, principios fundamentales del estado de Derecho, como el derecho de propiedad o la igualdad ante la justicia, entre otros. En casos ciertos, esto nace de la naturaleza misma de las propuestas, como la del “pluralismo jurídico”, que buscando reconocer la diversidad de los pueblos originarios, consagra lo que en la práctica serían sistemas diferenciados de justicia en función de la etnia (algo de por sí interpretable que abre la puerta a toda suerte de manipulaciones). Es difícil exagerar hasta qué punto ello erosiona la idea de que existe una sola justicia y que ésta es la misma para todos.
En otros casos, el riesgo surge de una redacción que abunda en imprecisiones, contradicciones y vacíos, lo que vuelve difícil anticipar cómo resultará la puesta en práctica de lo que se propone. No es claro cómo se implementaría el pluralismo jurídico, por ejemplo, pues no se especifica si éste abarca lo penal como lo civil; tampoco es claro qué significa que se garantiza el pleno acceso a la justicia a los “colectivos” (que no son definidos ni categorizados), y no sólo a los individuos.
El esfuerzo en el que se ha embarcado el país no es sólo por tener una nueva Constitución, sino una mejor Constitución. descargan, hoy no faltan motivos para ponerlo en duda. Tanto los convencionales como los ciudadanos deben hacer una reflexión.